Ya lo anunciaba la revista Forbes, 2018 sería el año del employee experience y, ahora que estamos a punto de poner el broche final al curso, te diremos que en 2019 la historia debe continuar.
Pero para hacer las cosas bien, lo primero que debemos tener claro es el concepto. En su sentido más literal el employee experience tiene que ver con todo aquello que experimenta una persona en el trabajo. Desde las interacciones con sus superiores hasta la relación con sus compañeros o incluso el uso que hace de las tecnologías de la empresa. De modo que, no es solo un elemento si no la suma de varios factores y percepciones que configurarán su nivel de satisfacción e implicación en la compañía.
Toda empresa que ponga en valor el employee experience estará centrándose en garantizar un alto nivel de bienestar en sus empleados. Para lograrlo, es necesario analizar las necesidades de cada trabajador en cada una de las etapas laborales a las que se enfrenta –employee journey map– y brindarle los servicios y soluciones que garanticen su desarrollo y felicidad a nivel profesional y, sí, también personal.
¿Por qué es importante cuidar la experiencia del empleado?
Además de un beneficio personal para cada empleado hay una justificación económica para apostar por el employee experience. Lo hemos comprobado de primera mano, un empleado feliz cuesta menos y aporta más valor a la empresa. Por el contrario, cuando las expectativas de los empleados no se cumplen y la compañía se olvida de cuidar la experiencia del empleado, lo único que se consigue es que el compromiso de los trabajadores se resienta y, con él, los resultados del negocio.
¿De quién es responsabilidad trabajar el employee experience?
Puede ser que estés pensando que el employee experience es algo que depende de los CEO’s de las compañías y, en parte, no te equivocas. La actitud y decisiones de los managers influyen de forma inevitable en el ambiente de cualquier organización.
Ahora bien, en realidad, que la experiencia del empleado sea positiva es responsabilidad de todos los miembros del equipo.
No caer en el chismorreo, buscar soluciones en vez de culpables, mantener la calma en los conflictos, facilitar la comunicación… todo esto son cosas que están en la mano de cada uno de los trabajadores y que también contribuyen a mejorar el employee experience.
En cualquier caso, el líder es el que debe empezar esta espiral en positivo. Estos 3 consejos ayudan a mejorar el employee experience en cualquier organización:
1. Fomenta el diálogo honesto.
En primer lugar, asegúrate de que existen los canales adecuados para que la comunicación fluya en todos los niveles de la empresa. Tus empleados deben saber en todo momento cómo comunicarse y con quién. Pero, además, este diálogo debe ser sincero. Los empleados deben tener la sensación de que pueden hacer comentarios y correcciones sin miedo a que habrá repercusiones negativas.
Generar un ambiente de confianza entre empleados y entre empleados y líderes es un requisito básico de toda empresa con buen ambiente de trabajo –y una habilidad clave de todo buen jefe–.
2. Haz que todo empleado cuente.
Querer que tus empleados estén motivados con el proyecto, implicados con la empresa y alineados con los objetivos tiene un precio y es que todo esto debe fomentarse, es decir, no es algo que vaya a ocurrir de forma espontánea.
Ningún trabajador se sentirá cómodo en su puesto de trabajo si no siente que tenga la estima y respaldo adecuado por parte de su líder. Todos nos queremos sentir queridos en nuestro puesto de trabajo, pero tus empleados, además, lo necesitan para rendir mejor. Ves un paso más allá y revisa que no estás cometiendo ninguno de estos 8 errores que hacen que los mejores trabajadores dejen su puesto.
3. Pon la tecnología a su servicio.
Una vez hemos superado la idea de que un robot pueda quitarnos el trabajo y hemos asumido que la tecnología es una palanca para hacer mejor las cosas –y no un sustitutivo de las personas–, podemos afirmar que contar con la mejor tecnología contribuye a mejorar el employee experience.
Sí, que tus trabajadores cuenten con las herramientas y los procesos necesarios para realizar su trabajo de forma más eficiente y efectiva contribuye a mejorar su nivel de satisfacción con la organización y, a la vez, contribuye a maximizar sus resultados.