Si, ahora mismo, tuvieras que escoger entre tener todos los conocimientos que sólo te pueden proporcionar los años de experiencia profesional o tener el ímpetu y las ganas de comerse el mundo que sólo tienen los recién graduados, ¿Qué escogerías?
In medio virtus, decía Aristóteles. Ante esta difícil tesitura, la respuesta más acertada suele ser el punto medio. Teniendo en cuenta que una empresa tiene personalidad propia, el equilibrio es también virtud. La ventaja aquí está en que el líder empresarial puede, en cierta medida, conformar esta personalidad y decidir cuáles van a ser las aptitudes que marcarán el carácter de su firma.
En algunas empresas existe una tendencia basada en reemplazar a los profesionales de mediana edad por jóvenes millennials. El pretexto que se arguye es que el empleado joven es más resiliente al cambio, en especial si hablamos de digital, y tiene más hambre profesional. Sin embargo, cuando se pregunta qué es lo que más valoran los empresarios de sus empleados, la capacidad resolutiva aparece, casi siempre, entre las aptitudes más demandadas y la experiencia, en este caso, siempre es un grado.
Una encuesta realizada en 2014 por Society for Human Resource Management pidió a un grupo de 1.913 profesionales del sector del Recruitment cuáles eran, para ellos, las ventajas de contratar a trabajadores de mediana edad. Para el 77% de los encuestados, la experiencia era la habilidad más valiosa, seguida, muy de cerca, por la madurez profesional (71%) y la ética (59%).
El secreto es tener en tu macedonia un surtido variado de frutas en la que la diferencia sea la clave
Y no. Con esto no quiero menoscabar a los millennials ni el increíble valor añadido que éstos pueden aportar a las empresas. De hecho, además de la experiencia, el otro camino que lleva a la resolución de problemas es el vigor y la capacidad de adaptación de los millennials. El secreto es tener en tu macedonia un surtido variado de frutas en la que la diferencia sea la clave.
¿Qué hacer para dar con la macedonia perfecta?
A los líderes…. Aprender a gestionar al empleado.
Estaremos de acuerdo en que una manzana no se pela igual que una piña. Del mismo modo, no se gestiona igual a un profesional de mediana edad que a un millennial.
El líder debe saber cómo tratar a cada generación según sus necesidades y capacidades. La empatía con el equipo es vital para mantener el Employee Engagement de todos los empleados.
¿Y qué es lo que espera del líder de cada generación?
- 1. La generación del Baby Boom (nacidos entre 1956 y 1970):
- Son la generación que, actualmente, lleva más años en activo y, por tanto, los que más experiencia tienen. Por el contexto profesional en el que se han desarrollado, entienden la marca para la que trabajan como un valor inherente a su personalidad, por lo que tienen un sentimiento de pertenencia a la empresa muy arraigado.
- La estabilidad profesional y personal son necesidades de primer nivel y buscan que su trabajo les permita conciliar estos dos mundos. Son profesionales más analíticos y reflexivos y necesitan planificación y orden en su trabajo.
- 2. La generación Millennial (nacidos entre 1982 y 2000):
- Los llamados millennials son los que acaban de salir de la universidad y, por tanto, necesitan de manera apremiante nuevos retos.
- A diferencia de los profesionales más maduros, los millennials quieren que sea la empresa la que se comprometa con ellos. “Los empleados más jóvenes no consideran que sus roles profesionales sean para toda la vida, se marchan de la empresa si, simplemente, no encaja con sus valores”, explica Richard Branson.
- Para tener talento millennial en tu macedonia, necesitas proporcionarles retos constantemente.
- Según una encuesta elaborada por Gallup, el 87% de los jóvenes profesionales considera que los planes de desarrollo profesional son claves a la hora de escoger una empresa para trabajar.
A los profesionales… No desfallecer nunca
Si existe una generación a la que la crisis haya penalizado especialmente, esa es, sin lugar a dudas, la generación del Baby Boom. Todos esos profesionales de mediana edad que, durante la recesión del 2008 perdieron su empleo, tuvieron (incluso, muchos ahora mismo están teniendo) severos problemas para reincorporarse al mercado laboral. Muchas empresas ven a estos empleados como una mano de obra desactualizada y mucho más cara, por lo que optan por prescindir de ella.
Hay que poner en valor su rasgo diferencial y demostrar por qué se es valioso para la empresa
Es fácil imaginar las dificultades (personales y profesionales) por las que han tenido que pasar estos profesionales que llevan tiempo desempleados.
¿Qué decirles? Aunque suene muy oportunista, no hay que rendirse nunca. Hay que poner en valor su rasgo diferencial y demostrar por qué se es valioso para la empresa. Resulta especialmente inspirador el caso de Steve Jobs. Un año después de ser despedido de Apple, Steve Jobs comenzó a trabajar en NeXT Computer. 10 años después, Apple, la empresa que decidió prescindir de sus servicios, compró NeXT y Steve Jobs se convirtió en la leyenda de Apple que, hoy día, todos conocemos.
La Fundación Endesa ha lanzado una iniciativa llamada Generación Savia desde la que explican historias de profesionales que han sabido reinventarse para reengancharse al mercado laboral poniendo en valor aquello que les hace diferentes. Una iniciativa que apoyo y que vale mucho la pena.
En la empresa, lo más importante son las personas. Para conseguir éxito necesitarás una empresa con un equipo heterogéneo capaz de asumir todas los retos que devengan. Una macedonia que sólo tenga piña no será nunca una buena macedonia.