Sin duda, son los tres estados de ánimo que, ahora mismo, parecen estar gobernando la fuerza laboral en todo el mundo, también en España según los últimos estudios.
Bien sea por la pandemia mundial y sus efectos colaterales que (esperemos) estamos superando; o bien sea por el clima de inestabilidad socioeconómica provocado por los últimos acontecimientos políticos. El contexto no acompaña para nada.
Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza. Todo lo que nos rodea, nos afecta. Si echas un vistazo a tu alrededor, seguramente, te toparás con más de uno y más de una que te responde con una mueca indeterminada cuando le preguntas “¿cómo estás?”.
Este desasosiego generalizado actual se está convirtiendo en una pandemia que conviene erradicar cuanto antes. Para las empresas, está suponiendo uno de los mayores lastres para su crecimiento.
Según Forbes un/a empleado/a con un nivel de bienestar insuficiente:
- * Es un 18% menos productivo.
- * Reporta un 37% más de absentismo laboral.
- * Es un 15% menos rentable.
Empleados/as Estresados/as.
Vivimos en una era frenética. Hacemos listas para casi todo y nos autoimponemos deadlines muy difíciles de cumplir constantemente. En menor o mayor medida, todos sufrimos estrés.
Un estudio publicado por Gallup defiende que el 44% de los empleados/as aseguran estar experimentando mucho estrés. Este dato, trasladado a tu día a día, implica que prácticamente la mitad de tu equipo sufre estrés.
¿Cómo reconocer el estrés?
Las personas que están atravesando un momento fuerte de estrés, suelen tener mayor irritabilidad, estar desmotivadas y presentar cierta ineficiencia profesional.
Se produce un “efecto bola de nieve”, ya que el estrés conlleva problemas de concentración y facilidad para cometer más errores. Pese a este estado de ineficiencia, la carga laboral continua aumentando, lo que genera aún más tensión y frenesí.
¿Cómo combatir el estrés en la oficina?
Los hábitos de vida poco saludables (como fumar, la comida rápida o pocas horas de sueño) pueden incentivar el estrés. Las empresas deben luchar por reducir este tipo de situaciones con el fomento de actividades deportivas o poniendo facilidad al acceso de comida saludable para sus equipos.
Empleados/as Tristes.
¿Cuándo fue la última vez que escuchaste una carcajada en la oficina? ¿Conoces qué es lo que les preocupa a tus empleados/as? ¿Qué hacen tus colegas después del trabajo?
La tristeza es un estado anímico que, en la mayoría de las ocasiones, es muy difícil de detectar. Sin embargo, es un sentimiento que lo inunda y lo impregna todo. Una persona triste tiene serias dificultades para concentrarse y poner pasión a aquello que está haciendo.
¿Cómo reconocer la tristeza?
Las personas con una sensación de tristeza suelen tener problemas a la hora de tomar decisiones y una tendencia a la procrastinación. Además, suelen estar poco comunicativas y tratan de eludir el contacto con el resto de compañeros.
¿Cómo combatir la tristeza en la oficina?
Ahora mismo, soy capaz de recordar, al menos, 2 casos reales de colegas que, durante el confinamiento, rompieron a llorar durante una videoconferencia. Las personas tienen problemas y hemos de ser conscientes de que, detrás de cada trabajador/a, hay una lucha personal diaria.
No tengas miedo a preguntarle a alguien de tu equipo cómo está. Me refiero a preguntarle de manera sincera, tratando de averiguar de qué manera puede la empresa ayudarle a mejorar su calidad de vida. Sin querer entrometerse en su vida personal para nada.
Esta pregunta debe nacer, primero, desde un prisma profesional. Averiguar si las tareas que realizan le satisfacen, si tiene inquietudes relacionadas con algún tema de su carrera y constatar si sus expectativas se ajusta a sus funciones profesionales.
Si se genera el clima de confianza necesario y ambas partes se sienten cómodas con la conversación, también puede ser muy pertinente demostrar una preocupación sincera por el bienestar emocional.
Empleados/as ansiosos/as.
¿Cómo combatir la ansiedad en la oficina?
Glovo, Tinder, Uber… Todas estas aplicaciones venden lo mismo: velocidad. Cuando un millennial o un Z siente una necesidad, quiere saciarla de manera urgente. Y si no lo consigue, le invade un sentimiento de ansiedad rotundo.
Según explica un estudio elaborado por Deloitte, el 48% de la generación Z y el 44% de los millennials aseguran sentir ansiedad la mayor parte del tiempo. Este es un dato más que preocupante para las empresas.
Los/as empleados/as ansiosos, suelen manifestar problemas a la hora de concentrarse y tienen una menor capacidad resolutiva. Además, es más probable que un/a empleado/a con ansiedad abandone su puesto laboral antes de lo previsto, lo que deriva en un coste adicional para la empresa.
¿Cómo reconocer a la ansiedad?
Si bien es cierto que la ansiedad es un problema médico que debe diagnosticar un especialista, hay ciertos indicios que pueden ayudarte a detectar si, en tu oficina, hay un nivel de ansiedad alto.
Se reconoce fácilmente por un nerviosismo que reina en el ambiente. Lo que comúnmente se conoce como el “ir acelerado”. Todo son malas maneras, mails sin un por favor ni un gracias, errores de bulto…
¿Cómo combatir la ansiedad en la oficina?
Uno de los puntos que más ansiedad generan es la imposibilidad para poder compatibilizar la vida profesional con la vida personal. Para las empresas, puede resultar muy beneficioso estudiar de qué manera se puede adaptar el horario para fomentar la conciliación profesional.
Según apunta SAGE, para el 72% de los profesionales, la conciliación laboral es crucial a la hora de apostar por un proyecto profesional. La conciliación garantiza tener empleados/as más positivos, optimistas, descansados y creativos.
Asi mismo, apostar por la flexibilidad es apostar por tener al mejor talento en tu oficina.