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Buen liderazgo: 3 habilidades que un líder debe desarrolla 

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Los lobos son una especie animal muy interesante. Se organizan por mandas en las que siempre hay un líder encargado de proteger y dirigir al resto del grupo. Pueden caminar entre 10 y 8 horas al día y cuando se desplazan, lo hacen en fila india.

 

El líder del grupo se coloca al final de todo con el objetivo de poder defender al grupo en caso de un ataque inesperado. Uno de los deberes implícitos que tiene el líder de la manada es el hecho de estar dispuesto a sacrificar su vida en virtud del resto del grupo.

No. No me he pasado del mundo empresarial al mundo animal. Simplemente, he empezado este post así porque el pasado fin de semana me quedé enganchado con un documental de sobremesa en el que explicaban algunas características de los lobos.

Tras acabar el reportaje me quedó una cosa muy clara: Los lobos son el mejor ejemplo de buen liderazgo. Su comportamiento ilustra muy bien la diferencia entre lo que es dirigir y liderar.

 

 

Buen liderazgo: 3 habilidades que un buen líder debe desarrollar

 

Ya sea un suceso puntual, un libro prestado, una película que te han recomendado  o -en este caso- un documental… En ocasiones, ocurren ciertas cosas que te ayudan a entender de manera muy gráfica algo que hace tiempo que llevas mucho tiempo pensando.

Hay una diferencia abismal entre dirigir y liderar. Y, aunque las dos palabras sean verbos que indiquen una acción llevada a cabo por un sujeto, estoy convencido de que la diferencia entre ambas está en la actitud de la persona que ejecuta la acción.

El líder no es el que manda más o aquel a quien todo el mundo le hace caso. El líder es aquella persona capaz de inspirar respeto hasta tal punto que el resto de colaboradores están dispuestos a apoyarle a toda costa.


Para adquirir esta actitud tan especial, se me ocurren 3 virtudes que son imprescindibles para cualquier tipo de buen liderazgo.

 

1. Capacidad de aunar esfuerzos


Un lobo macho puede pesar unos 70 kg mientras que un bisonte ronda los 1.600 kg. Esta diferencia de peso no es un argumento suficiente como para que una manada de lobos no sea capaz de precipitarse contra animales de mayor envergadura.

El líder (tanto de la manada como de la empresa) es capaz de capitalizar todos los esfuerzos del grupo para convertirlos en una única potencia capaz de trabajar al unísono. El poder conciliador de los líderes pasa por escuchar y entender cuáles son las inquietudes de cada miembro del grupo y tratar de orientarlas hacia un bien mayor.


2. Desarrolladores y Motivadores


Una cualidad muy arraigada en el comportamiento de los líderes es la capacidad que tienen para desarrollar al resto de sus colaboradores. En el caso de los lobos, cuando estos son pequeños (a partir de los 3 o 4 meses), pueden salir a cazar con los lobos adultos. Pese a su condición de novatos, los lobos más jóvenes reciben prioridad sobre las presas que ellos mismos han cazado. Es algo así como una muestra de reconocimiento por el trabajo bien hecho.


Según una encuesta publicada por Gallup, el 70% de los empleados aseguran estar desmotivados por culpa de sus jefes. No tener líderes capaces de ofrecer oportunidades de crecimiento y con habilidad para reconocer en público los éxitos individuales de cada miembro de su equipo es una de las principales razones que explican la desmotivación en los empleados.


3. Capacidad de escucha


¿Cuándo fue la última vez que tuviste una charla honesta entre jef@ y emplead@? Creerme, que si como jef@ no eres capaz de escuchar empáticamente y entender cuáles son las motivaciones personales de tu equipo será muy complicado que, en tu empresa, podáis cazar al bisonte.


La capacidad de escuchar de los jef@s es el primer paso para que los emplead@s se sientan comprendidos y se comprometan para seguir mejorando. Desafortunadamente, esta no es una tónica muy extendida en las empresas.

Según un estudio publicado por GoreMotely, el 83% de las empresas está de acuerdo en que es crucial desarrollar las habilidades de sus empleados. 

Sin embargo, solo el 5% de las empresas implementan estas mejoras.

Si quieres que tu equipo tenga una performance animal, necesitarás adoptar ciertas características en tu día a día que, seguro, te ayudarán a mejor personal y profesionalmente.