El contexto global en el que nos movemos está en constante cambio. Lo que hoy está de moda, mañana puede ser que haya quedado desterrado a un segundo plano. Pasa con la comida y el furor repentino por productos como el kale o la quinoa, pasa con los deportes –ahora es el momento del boxeo y del yoga– y pasa, también, en el entorno laboral. Las empresas deben ser suficientemente ágiles para irse adaptando a estas variaciones que les afectan tanto a nivel de estructura como en la relación con sus trabajadores.
Es cierto que esta sensación de evolución constante puede generar incertidumbre en muchas organizaciones, sin embargo, la realidad es que aquellas compañías que están siendo capaces de sumarse al cambio y evolucionar con las tendencias son las mismas que logran atraer, retener y desarrollar el talento entre sus filas.
Ahora que ya hemos asumido que una empresa enfocada en el Employee Experience es el presente –que no el futuro– y que no es mejor jefe el que más manda si no que los buenos jefes son COCO’s podemos ir un paso más allá y enfocar un poco más nuestra estrategia de negocio hacia el bienestar laboral.
Por eso te acerco 5 tendencias para la gestión y liderazgo de personas que van a dar mucho que hablar a lo largo del 2019 y que te permitirán subir un peldaño más en la transformación de tu empresa.
1. Reuniones de 8 personas.
Si eres el CEO de una gran compañía estoy convencido de que si preguntas a tu equipo su opinión sobre las reuniones te sorprenderá descubrir que la mayoría de ellos las considera poco productivas.
La culpa la tienen todos aquellos que nos recomendaron ser inclusivos y demostrar cuánto valoramos la opinión de nuestro equipo dejándolos participar en las reuniones. Con el tiempo estas citas se han convertido en horas perdidas a las que les falta preparación y acción. Un círculo vicioso que se detiene tomando una decisión: en las reuniones cuantos menos mejor.
Eso sí, no hagas un cambio brusco. Habla con tu equipo, comunícales que las reuniones serán diferentes y transmíteles que sigues valorando su opinión y sigues queriendo su participación, pero, a partir de ahora, en petit comitè.
2. Construyendo una Cultura de la Transparencia.
El punto anterior nos lleva a esta segunda tendencia que, aunque ya hemos ido hablando de ella a lo largo del 2018 debería quedar totalmente instaurada en el ADN de las empresas en el próximo curso.
La tecnología está de tu lado y son muchas las herramientas que permiten comunicar las decisiones y cambios en tiempo real. Esta comunicación debe ser, además, bidireccional, es decir, el trabajador también debe poder valorar a la empresa y su situación en la misma. Solo así se conseguirá que crear una relación empresa-trabajador basada en la confianza y que invite a los empleados a querer formar parte.
3. Employer Branding.
Durante mucho tiempo las empresas han estado demasiado obsesionadas con mostrarse de una forma determinada ante sus clientes y su público potencial. Todo este esfuerzo de trabajar “de cara a la galería” –y no lo digo en el mal sentido de la frase– se han olvidado que la imagen que estaban proyectando a sus trabajadores.
Pero apostar por el Employer Branding supone asumir una imagen, unos valores y unas buenas prácticas de cara a tus trabajadores con el compromiso de cumplirlos a largo plazo sino, te estarás convirtiendo en una compañía que dice ser una cosa que en realidad no es –y no tiene intención de ser–, una de esas empresas Fake it till you maket it.
4. Vincular la remuneración de los CEO’s con la sostenibilidad.
El desafío de dirigir una empresa sostenible empieza a ser la obsesión de muchos CEO’s que ven como todos, desde accionistas hasta consumidores, exigen cada vez más responsabilidad corporativa a las organizaciones.
En esta línea, la ONU ha descrito 17 objetivos generales de desarrollo sostenible para 2030. Por su parte, otras compañías han decidido medir la sostenibilidad de forma interna para así proponer sistemas de incentivos y bonos relacionados con el cumplimiento de estos objetivos.
5. Equipos remotos.
Sí, hablamos de equipos que se conocen en persona a los 3 años de trabajar juntos. ¿Lo ves posible? En algunas compañías es ya una realidad y para algunos CEO’s es una solución ideal que, dicen, además da mejores frutos que las dinámicas de trabajo habituales.
Es el caso de Kuty Shalev que explicaba a Harvard Business Review las bondades de contar con un equipo al completo que trabaja a distancia. Para aplicar este segundo nivel en cuanto a flexibilidad en las empresas debemos tener muy claro el potencial de nuestros trabajadores y, sobre todo, confiar profundamente en su trabajo. Por su parte, el trabajador remoto debe ser 100% responsable y productivo.
Y es que sin estas dos premisas es muy probable que tu empresa –y con ella el resto del equipo– fracase.